Con veinte años en el mundo del diseño, el ilustrador y diseñador chileno Max Feito comenzó este camino de la mano de un humor sarcástico y siendo amante de las bromas. De esta forma, inició su gusto por compartir cosas qe le parecían absurdas e ilógicas, y por graficarlas a través del dibujo con un mensaje profundo.

“Todo esto nace a raíz de querer comunicar algo. Desde ahí fui canalizando toda esta inquietud en el humor”, indica Feito.

Con esta visión, ha sacado dos libros: “Contingencia Ilustrada” en 2020, y un año después “Absurdo Mundo”, en los cuales aborda temáticas de la actualidad con un sello sarcástico. Justamente, en el 3er Encuentro internacional de ilustradores y creativos, organizado por la Escuela de Diseño UTEM, articulado por la Vicerrectoría de Transferencia Tecnológica y Extensión (VTTE), donde se reunieron expertos y artistas noveles del campo de la ilustración, Feito participó dando la charla “Humor gráfico en tiempos modernos”, en la que dio a conocer su trabajo y habló de la importancia de transmitir una crítica en el ámbito del diseño y de la ilustración.

¿Cómo ha sido tu experiencia en el mundo del diseño?

Tomé la decisión de dedicarme al diseño porque tenía harta facilidad para dibujar, y empecé a buscar carreras que fueran cercanas a esto y -al mismo tiempo- rentables. Desde ahí para adelante me enfoque en mi carrera, me he especializado mucho en hacer imágenes corporativas y gráficas para eventos. He trabajado con festivales de juegos y de innovación social, también he estado a cargo de toda la imagen y gráfica de eventos, como conciertos y música. He trabajado con productoras, haciendo masificación y promoción, y con artistas de discos. Me he desarrollado mucho en esa área, que es bien entretenida del diseño.

Al final son piezas gráficas que uno ve en la calle, que eso es algo que me gusta mucho, ir por la calle y ver un trabajo mío.

¿En qué consiste la propuesta de humor con el diseño? ¿Cuál es su objetivo y metodología?

El objetivo de mi propuesta es que la gente genere conciencia, sobre todo desde el estallido social y la pandemia. Me preocupé harto de que la gente tenga conciencia sobre lo que estamos viviendo, y despertar la mirada crítica a través de una pieza gráfica o un dibujo.

Generalmente, uso imágenes más que texto, ilustraciones que transmiten un mensaje. En el proceso creativo, decido si lo que voy a hacer es solo ilustración sin texto, o a veces pequeños diálogos o títulos. Eso depende del dibujo, del tema, y del mensaje.

¿Qué valor se le da al humor en el diseño en la actualidad? ¿Cómo reacciona el público a este tipo de diseños? ¿Qué tan preparados como sociedad estamos para este tipo de contenidos?

Es bien variado, generalmente quienes me siguen lo hacen porque les gusta mi trabajo, pero también hay gente que me sigue por mi trabajo y comentan cosas en contra sobre algo puntual o se sienten atacados. Hay de todo un poco, pero en general me siento más apoyado que criticado.

La sociedad chilena es una sociedad muy conservadora, estamos muy dormidos en algunas cosas en comparación a otros países donde son más rebeldes y críticos. Como chilenos nos cuesta rebelarnos, y si lo hacemos es a través de las redes o de forma muy débil.

¿Y qué valor le das a la ilustración en tiempos de crisis?

Una cosa es la ilustración y otra es el humor. Puede haber ilustración sin humor y puede haber humor sin ilustración, yo trato de juntar las dos cosas y siento que al final es un bálsamo para la sociedad. En momentos muy tensos como los que estamos viviendo, el dibujo viene a dar alegría, tranquilidad y calma, porque al ver algo un poco más naif, puedes tomar el pésame mucho más receptivamente que si lo viéramos en un medio de comunicación.

Yo le diría a las personas que sean más abiertas y receptivas, que tengan más cultura, que abran los ojos y cuestionen las cosas, eso es lo que más ayuda. No hay que quedarse con lo primero que se escucha, hay que cuestionar los mensajes y crear visiones propias.

¿Cómo ha cambiado y va a seguir cambiando el diseño en la modernidad?

Ha ido mutando mucho el mensaje y contenido, forma y fondo, porque también la sociedad va cambiando. Podemos ver publicidades de los años 80’ y 90’ al lado de las de ahora,y ha habido un cambio sustancial a nivel local. Se ha ido adaptando el lenguaje que se usa hoy en día, y la gente común y corriente le ha tomado mucho más valor a las piezas gráficas, a lo visual. Ha sido un buen match entre las dos partes: la gente que está más culta con el lado visual y creativo y también las agencias y creadores que están mucho más insertados y alineados en el medio donde se desenvuelven. Ha habido un cambio para bien.

Hoy en día es todo tan impredecible, es difícil proyectarse a 6 meses. ¿Vendrá otra pandemia, otra crisis? Hay que vivir el día a día y estar alineado con las dinámicas sociales y culturales.