Decana UTEM Julia Cerda Carvajal y los cien años de Trabajo Social: “Queremos celebrar pasado, presente y futuro de nuestra profesión”

Autor: PEDRO BERHO F|
En la antesala del centenario de la fundación de la primera Escuela de Trabajo Social en Chile, que actualmente se aloja en nuestra casa de estudios, la también académica del Departamento de Trabajo Social UTEM, brinda detalles de la especial conmemoración, además de entregar una mirada sobre la evolución de la disciplina.

La Escuela de Trabajo Social UTEM conmemora su centenario como la primera instancia de enseñanza de esta profesión en Chile y en Latinoamérica. La fecha se conmemora en nuestra casa de estudios los días martes 6 y miércoles 7 de mayo.

Se espera que la instancia reúna a diferentes universidades del país, así como también a las redes y referentes del Trabajo Social de la región.

En este escenario, la decana de la Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social, Julia Cerda Carvajal, cuenta sobre la importancia de esta celebración para la Escuela, cuáles son los desafíos y oportunidades que presenta la disciplina actualmente y el sello que destaca al/a la Trabajador/a Social UTEM, entre otras temáticas.

¿Qué importancia tiene para la Escuela de Trabajo Social UTEM albergar los cien años de la disciplina en Chile y Latinoamérica?

– Tener cien años dentro de la academia y el país es una alta responsabilidad y un gran orgullo. Primero, porque debemos considerar que hace ya un siglo se generó en este país una nueva profesión, la cual emerge en un contexto de alta mortalidad infantil, donde hay problemas de salud, y donde ya existe la beneficencia social para las familias.

El haber mantenido durante cien años la escuela funcionando, nos merece mucha responsabilidad. La primera Escuela de Trabajo Social en Chile, que hoy día pertenece a la UTEM, ha estado siempre esforzándose por formar grandes y destacados trabajadores sociales en todas las líneas, sobre todo de las líneas de cercanía de las personas, la cual es la impronta que tiene nuestra escuela.

En este sentido, para nosotros es motivo de gran orgullo el ser referentes de esta disciplina a nivel nacional, pero también a nivel latinoamericano, en que somos también reconocidos como los precursores de esta profesión en la región. Creemos que este hito de los cien años es un momento para reforzar y potenciar las grandes virtudes de nuestra Escuela, permitiendo así que siga creciendo.

¿Cómo se están preparando para esta celebración?

– Con la formalidad que amerita esta conmemoración, hemos constituido la “Comisión de los cien años”, compuesta por autoridades de la Escuela, académicos y académicas, y estudiantes de la carrera. Esta comisión ha hecho una labor hace meses de preparación y configuración de lo que será la celebración del centenario.

Para esta oportunidad, están invitadas todas las Escuelas de Trabajo Social de Chile, lo que permitirá seguir fortaleciendo el lazo entre las carreras de diferentes universidades, y seguir colaborando en redes de investigación. En este contexto, será un buen espacio para compartir la historia del trabajo social a través de presentaciones audiovisuales y también una exposición artística de pinturas que dan cuenta de los cien años.

Asimismo, estudiantes actuales de nuestra escuela serán protagonistas con algunas intervenciones y exposiciones, siendo parte fundamental de esta celebración. Y también el Colegio Nacional de Trabajadores Sociales de Chile dirá presente y participará de estas dos jornadas que tendremos el 6 y 7 de mayo. Es una oportunidad donde queremos celebrar el pasado, el presente y el futuro de nuestra profesión.

¿Cómo ha evolucionado, a su juicio, la profesión durante este siglo?

– La historia de la escuela nuestra alberga los orígenes de la profesión, una profesión que va a estar legitimándose a lo largo de toda la historia, y que tiene diferentes hitos. Desde su nacimiento, la escuela se formó para tener trabajadores sociales que pudieran sistematizar la asistencia social, y de ahí se transforma a una profesión. Está en la base de la disciplina, la cual se concentraba en recabar información y colaborar con los equipos médicos y con todos los servicios e instituciones de beneficencia.

En el contexto de un país pobre y rural, que tenía en ese tiempo una incipiente seguridad social, van a aparecer los trabajadores sociales. Se instalan con esta impronta sanitaria, pero también van a hacer mucho espacio en lo que se llama la educación familiar, para poder educar a la familia, en la atención de los hijos, en todo lo que es la salud materna infantil, en el control del embarazo, todo eso nosotros trabajamos en los orígenes.

En un escenario de epidemias y enfermedades masivas, todo el control epidemiológico no era solamente a través del quehacer del cuerpo médico, sino que necesitaban un asistente social, una visitadora social, un visitador de espacio social, que pudiera hacer la parte social educativa para la familia, poder trabajar con todas las otras variables. Es así como se instala nuestra profesión en el país.

Durante las décadas del 40, del 50, el desarrollo y crecimiento de la disciplina permite crear el instituto superior de servicio social, la Escuela Alejandro del Río. Y en los años 70 va a hacer el desarrollo de un instituto nivel superior y esa es la Escuela Alejandro del Río, la cual se une con la Escuela de la Universidad de Chile.

En los 80’s, con el paso a otra etapa histórica, donde quedan afuera las escuelas de trabajo social de tipo universitario, lo que va a pasar ahí es que vamos a estar cinco años trabajando para volver a hacer escuelas y profesiones de tipo universitario.

Al principio nos nombramos visitadores, luego viene todo un cambio histórico que somos asistentes sociales. Emerge en el año 1957 el Colegio Nacional de Asistentes Sociales, y luego tenemos el desarrollo en los años 70’s y 80’s, con la discusión del cambio paradigmático de las ciencias sociales, se suma trabajo social y se convierte en la profesión que conocemos hoy en día.

¿Cuáles son los desafíos y oportunidades que presenta actualmente el Trabajo Social?

– Hoy en día un tema que está siendo objeto de estudio para nuestra profesión, tiene que ver con las crisis migratorias, por ejemplo. Estos son fenómenos que hay que estudiar y que hay que abordar a través de la intervención social.

También nos estamos preparando para todo lo que son las demandas específicas que tienen los territorios, ya que estos demandan soluciones innovadoras, como por ejemplo, la alfabetización digital de todas las poblaciones. Abrir las universidades y las escuelas a las poblaciones, también es un reto para el trabajo social.

Por otro lado, ¿cómo ponemos los puntos de trabajo en la investigación social, del trabajo social, en los problemas efectivos que las personas priorizan? Las estructuras familiares, los problemas de las comunidades de seguridad, los problemas de los jóvenes para ser aceptados en sus diversidades. ¿Cómo las generaciones nuevas van avanzando y las generaciones adultas se desplazan? Uno de los grandes campos de acción, ¿cómo vamos a abordar el gran porcentaje de personas mayores que van a constituir el grupo pasivo de la sociedad chilena? ¿Cómo vamos a acompañar los procesos de las personas mayores? Las necesidades reales y revisar las necesidades de las personas mayores. Y ya estamos investigando para eso.

Actualmente nuestras tesis están abordando mucho la salud mental, el cual es un tema que nosotros hemos siempre abordado, porque nos preparamos los trabajadores sociales clínicos. Y ese es un campo de mucho crecimiento que podemos ofrecer. El tema del trabajo social clínico en el tema de la salud mental.

Otra área importante actualmente es la habitación, cómo habitan, cómo pensar, cómo habitan en los territorios las familias y las personas. ¿Qué necesitan las personas para poder estar habitando en esos lugares? También son retos para ir descubriendo. Todo eso tiene que ir acompañado de un trabajo de formación académica para formar trabajadores sociales que tengan la mirada y las perspectivas puestas en la innovación social.

¿Cómo se hace? Trabajo en la innovación social con la tecnología. ¿Cómo nosotros vamos a asumir ahora todo el campo de la inteligencia artificial para trabajar con la política pública? También son campos de bastante trabajo que nosotros ya estamos empezando a mirar, a visualizar. ¿Cómo no perdemos el cara a cara con las personas? ¿Cómo no perdemos el estar con ellas? Debemos comenzar a responder estas preguntas.

¿Cuál es el sello del/de la trabajador/a social UTEM?

– Éticamente, tiene un fuerte compromiso con los derechos humanos, y desde el punto de vista de la profesión, un gran saber asentado en las ciencias sociales. Tienen la preparación en antropología, en sociología, en psicología, en derecho, derecho a la familia, en psicología, la psicología en familia, la psicología en comunidad. Tienen un gran saber de lo que sucede, de los trabajos que tenemos que hacer en los territorios. La participación y planificación social es otra de las áreas en que nosotros preparamos a nuestros estudiantes.

Por otro lado, trabajamos mucho en metodología de la investigación social, que no solo tiene que ver con las visiones cuantitativas o cualitativas de cómo mirar los procesos sociales, sino que también con la visión que nosotros llamamos la investigación acción participativa. Con las personas trabajamos los diagnósticos, con las personas levantamos los proyectos.

El Trabajador Social UTEM piensa la realidad no solo desde los procesos sociales en sí, sino también más profundamente los procesos con género, con interculturalidad, y también los procesos interculturales.

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